Queridos amigos:
El día de ayer, 14 de mayo de 2010, la Justicia en el mundo sufrió un duro revés, pues el Juez Baltazar Garzón, se convirtió en la última víctima del Franquismo, al quedar deshabilitado de su cargo en la Audiencia Nacional.
Por eso, este día se recordará en España como el Día de la Vergüenza Nacional, pues es el día en que los fachas pueden celebrar una nueva y significativa victoria sobre los demócratas. Por eso uno se pregunta: si se están quitando los símbolos franquistas de las calles… ¿Cuándo los sacamos de las instituciones?...
Son farsas como la que fuimos testigos ayer, las que nos hacen salir a la calle, llenos de indignación para concentrarnos a la puerta de esta embajada a preguntarnos: ¿Qué nos está pasando?... ¿Es que no hemos aprendido nada?...
Sólo los pueblos ignorantes de su propia historia, están condenados a repetirla. Y ahora, al igual que pasó en el 36, España se está volviendo el laboratorio de experimentación del fascismo mundial, que encuentra el terreno abonado en una Europa marcada por una profunda crisis económica, política y social. Si algo hemos avanzado desde entonces, es que esa batalla se está desarrollando en los tribunales y no en las barricadas, pero la lucha es igual de fundamental, por lo que es absolutamente imprescindible que no les dejemos pasar de nuevo… No otra vez…
Es por eso que resulta sumamente preocupante que la extrema derecha cavernaria en España nos considere “radicales”, “guerracivilistas” o “carcamanes resentidos” por reunirnos aquí, frente a esta embajada a clamar justicia, no ya por el Juez Garzón, sino por la memoria de nuestros padres o abuelos. Creo que eso nos asusta a todos.
Y asusta porque esa gente es la que intenta legitimar un golpe de estado contra un gobierno democrático, busca minimizar la represión de cuarenta años de una interminable dictadura, y sobre todo pretende correr un tupido velo sobre los huesos de nuestros muertos, que por cierto siguen tirados en alguna cuneta a la espera de algo de Justicia.
La posibilidad de una reconciliación real, que no pase únicamente por la aceptación total por parte del bando vencido, de todas las imposiciones del bando vencedor, resulta imposible con ese discurso cavernario. Pues cuando uno escucha a ciertos tertulianos de la COPE, lee ciertos artículos del ABC, o escucha a ciertos políticos, se da uno cuenta que hay gente que se niega a dar por cerrado ese amargo capítulo de la Historia de España del que todos nosotros somos consecuencia directa, y lejos de eso, parece que estuvieran en plena guerra hoy en día.
Por eso desde la asociación Descendientes del Exilio Español y Simpatizantes de la República AC, hacemos una llamado a toda la gran comunidad de descendientes que viven en México, a involucrarse al menos moralmente en este importante momento histórico de España y del Mundo, pues, aunque sea a la distancia, tenemos que velar para que no se caiga en los mismos errores que provocaron una cruenta Guerra Civil, de la que nuestros padres o abuelos fueron víctimas. Por nuestros viejos, por nuestros muertos…
¡Justicia!... ¡Aquí y ahora!...
Salud y República
sábado, 15 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario